domingo, 24 de abril de 2011

Una reflexión de Semana Santa

El mundo cristiano, conmemora en estas fechas la pasión de Jesús, que murió en la cruz para salvar al mundo de sus pecados. Siempre he tenido la sensación, que la mayoría interpreta este hecho como un acto de purificación espontanea del alma de cada uno de nosotros, como si el sufrimiento que el padeció, fuera simplemente una penitencia pagada para librarnos a todos del "castigo" que debiéramos sufrir por nuestros pecados. Yo no comparto esa interpretación. Creo que Jesús murio en la cruz debido al sendero de amor, verdad y justicia que fue su vida, hasta el final, hasta las ultimas consecuencias, hasta la muerte; y si su muerte ha de salvarnos de nuestros pecados, es por que nos mostró el camino que debíamos seguir, y nos demostró, que aun siendo humano, aun siendo imperfecto, aun siendo carne, era posible de seguir.

En especial en estas fechas, y en especial en estos tiempos, este mensaje cobra una importancia tremenda. Por que vivimos en una sociedad en crisis de conciencia, que afecta a la mayoría de las instituciones, y especialmente a nosotros como iglesia, desde la perspectiva de que quienes la formamos somos principalmente los laicos. Crisis en que por falta de atención, debilidad, mera inconsecuencia, o falta de conciencia, decimos una cosa y hacemos otra, nos decimos sociales pero no lo somos, nos decimos cristianos, pero no lo somos. (Video "La Atención" - Krishnamurti)

Amor, Verdad y Justicia. En el mundo actual, en la sociedad de consumo y en el libre mercado, es mas fácil adaptarse que seguir estos principios hasta las ultimas consecuencias (¿hasta la muerte?). Hoy en dia, seguir a Cristo, es realmente una opcion anti-sistema, su mensaje llama a ser un actor revolucionario socialmente. Si todos vivieramos como Jesus, si todos siguieramos sus enseñanzas, no existirian instituciones como las Isapres, la bolsa de valores, ni Jumbo ni Lider, ni el libre mercado en general.

Pero como dije antes, es mas facil adaptarse, hablar de compasion en vez de amor, de caridad en vez de justicia, y pretender que significan lo mismo. La jerarquia eclesiastica puede tener una gran cuota de responsabilidad, ya que a lo largo de los siglos cedio al poder y el capital, menguando y deformando el mensaje primigenio con el fin de aumentar su "llegada", pero somos nosotros quienes definimos el mundo el que vivimos, los que con nuestra pasividad y complacencia permitimos que ocurran los horrores de la iniquidad.

Es verdad que no todos tenemos el mismo grado de  responsabilidad. Si hay magnates que lucran con la enfermedad o el dolor, también hay personas que viven bajo un voto de pobreza que los lleva a tratar de vivir como Cristo y existen comunidades enteras se hacen uno con el sufrimiento de los mas pobres (como la Marianista). Pero la mayoría estamos entre medio, en una nebulosa ética que vuelve imperativo asumir esta crisis de conciencia en forma directa y veraz, y aun no lo hemos hecho. Si nos cuesta digerir al Papa en la misa de Resurrección dando un mensaje de caridad y amor al prójimo, tras un altar cubierto de oro; si nos da rabia ver a los sacerdotes de tv, mas interesados en limpiar el nombre de la institución enlodado por graves abusos sexuales cometidos por miembros del clero que hablar de un sistema corrupto desde sus bases; también nos debiera, al menos, costar digerir a Sebastian Piñera hablando de justicia social y equidad, desde un podio financiado por el dinero y riqueza que ha tomado del trabajo, sudor y sangre de tanta gente. Pero no solo guardamos silencio, ademas lo elegimos presidente. La mayoría de nosotros no reflexiona mucho sobre estas dicotomías.

En especial en estos tiempos, el llamado es así a cuestionarnos el camino que seguimos y hacia donde nos lleva, cultivando la atención entre nuestras creencias y nuestros actos, de la misma forma que en estas fechas, si pertenecemos a algún credo cristiano, debiéramos cuestionarnos si aplicamos en el día a día las enseñanzas de Jesús, o si al menos, aspiramos e intentamos de verdad seguir su ejemplo de alguna forma. Al final de cuentas, si no somos capaces de vivir con conciencia y consecuencia, difícilmente algún día podremos aspirar a vivir en un mundo mejor.

jueves, 14 de abril de 2011

El sistema y el Pacto Roto (SPR)

Al final, si accedemos a vivir en sociedad, si renunciamos a nuestras libertades naturales para acogernos a las leyes y restricciones del estado y modelo económico, es por la promesa de una vida mejor que en condiciones naturales, no tendríamos. Esto hoy en día no se cumple para la mayoría de la población , y el sueño se convierte en huir de esta verdadera esclavitud en la que nacemos y morimos.

Exijamos una vida mejor, ya que hoy el pacto social esta roto, y el sistema perjudica a una gran mayoria en pos el enriquecimiento obsceno de una pequeña minoría. Si el sistema se puede corregir o se debe cambiar por otro nuevo en forma gradual o radical es algo que decidiremos en el camino, pero lo que si esta claro, es que las cosas no pueden seguir como están, o como diría de Jacque Fresco, "esta mierda se tiene que acabar".

Depende de nosotros despertar de esta insensatez, ya que solo unidos podemos lograr el cambio que necesitamos para sobrevivir.

domingo, 10 de abril de 2011

Una visita al infierno, la salud publica en Chile.

A cualquiera que haya visitado una urgencia publica en los ultimos años, es muy probable que mi experiencia no les sea ninguna novedad, pero ante lo triste y grave de la situacion, un registro mas puede ser un aporte para tomar conciencia de lo que vivimos hoy.

El sabado 9 de Abril (2011) recien pasado, tuve que recurrir a la urgencia de la posta (o CRS) de Maipu (la de av. Rinconada), para llevar a mi madre quien llegó requiriendo atencion de urgencia.

Una vez que entras al CRS de Maipu, y haces el ingreso como paciente, tomas asiento en lo que será una larga espera por atención de salud. En la incertidumbre de la situación y la búsqueda de alguna referencia de lo que deparan las próximas horas, lo primero que llama la atención son los "cartelitos" pegados en cada muro, que dan información a la gente en espera. En ese instante caes en la realidad de donde estas metido, por que si lo piensas un poco, cuando la tonica es que "A partir del 1° de Julio de 2005, este servicio atenderá por orden de gravedad y no por orden de llegada." y "la atencion de urgencia podria tener una demora de aproximadamente entre 2 y 4 horas", empieza una terrible incertidumbre de si efectivamente recibirás atención, ya que siendo factible que siempre llegara alguien grave que tu, es factible también que nunca fueses atendido. A esa altura, empieza a dar un poco lo mismo que te informen que "no hay rayos hasta nuevo aviso", o que la puerta por donde entran los pacientes (y por donde sus acompañantes no pueden ingresar, señale que "no se dan informaciones".

A pesar de que bajo la formula antes descrita, hipotéticamente una persona no grave podría nunca ser atendida, pareciera perfectamente logico establecer un orden de atencion por gravedad en un centro de urgencia, dando prioridad a quien mas lo necesita, pero esta situacion se torna radicalmente critica cuando la evaluacion de gravedad del paciente se genera por un sistema poco exacto y por logica, tendiente al error: la gravedad se determina por los sintomas que el mismo paciente le describe a un profesional no medico, y sin  que en ningun momento, algun profesional de la salud le tome siquiera los signos vitales, y menos aun cualquier evaluacion un poco mas compleja. ¿Es posible así, llegar a una evaluacion que determine un orden de atencion fiel al real estado de gravedad de los pacientes en espera?.

Lamentablemente, la situacion antes descrita, se ve amplificada en su gravedad por la larga espera que se debe realizar. Sin mayores suposiciones, si la espera de atencion promedio (segun ellos mismos informan en su cartel) es entre 2 y 4 horas, y la atencion se lleva a cabo ordenada por el nivel de gravedad, es facil deducir que una persona que es evaluada con riesgo vital inminente sea atendida en forma inmediata, y una persona evaluada como la de menor riesgo o gravedad, pueda esperar hasta 6 horas o mas. 6 horas, 2, inclusive 1 hora se vuelven algo impresentable, en consideracion que hablamos de un servicio de urgencia, y con mayor razon considerando lo precario del sistema de evaluacion de gravedad del paciente que llega, lo que perfectamente podria llevar a que un paciente estuviese grave, con riesgo vital, y hubiera sido mal evaluado como no grave, teniendo que esperar 6 horas. Por ultimo, y aun sin estas complicaciones, ¿Cuanto es humano y digno hacer esperar a una persona, aun sin riego vital, por una atencion de urgencia?.

Es asi como, en las mas de 5 horas que duró la espera esa noche, vi como un padre desesperado, tomaba en brazos a su hijo (otro hombre adulto) gritando pidiendo por atención, al creer que su hijo herido e inconsciente, estaba muriendo. Vi también al menos 3 casos de gente que solo cuando ya perdían el conocimiento en la sala de espera eran ingresados, por una sola persona, que requería de la ayuda del resto de la gente en la sala, para subir al enfermo a la silla de ruedas. Esta situación por lo general se daba entre reclamos e incluso insultos a la persona del cuerpo medico que se hacia presente en la sala.

En lo personal, no se si habrán negligencias personales de los profesionales de salud que ahi se desempeñan, pero creo que la principal causa pasa por otro lado, al menos en lo macro. Para mi, resulta evidente que si se dispone de solo 2 medicos (informacion aportada de manera verbal por la señorita del meson de recepcion al paciente) para la atencion de urgencia de una de las comunas mas grandes de Santiago, estos no den abasto ni siquiera en condiciones normales, menos aun si llegase algun paciente grave que requiriera alguna atencion de mayor complejidad, como un acuchillado, que fue lo que pasó al menos en mi ultima visita (tambien informacion aportada por la eñorita del meson de recepcion al paciente). Es así, como una vez mas, el problema se traduce en la falta de recursos.

¿Es Chile un pais pobre, que no tiene los recursos como para invertir en doctores, personal, e infraestructura? Todos sabemos que no es asi, al menos los "indices macroeconomicos" que nos venden semana a semana asi lo indican. Entonces ¿cual es el problema?. Pareciera ser, una vez mas, la inequidad y mala distribución de la riqueza, en este caso, expresado en un sistema de salud que no es solidario entre los ciudadanos, y que vela principalmente por el enriquecimiento de las empresas de la salud, en desmedro de la universalidad de la cobertura y calidad de la atencion.

Hay que ser ciego para no hacer una relación bastante lógica a esta altura. Si el sistema de salud privado, llámese Isapres y sus conglomerados que son dueñas de sus propias clínicas, se financian por un lado con los planes de salud que discriminan por rango de edad, sexo, y otros, y que generan un rechazo implícito a quienes son los mas vulnerables como pacientes, ya que si los planes ya son caros para una persona en edad media o joven, para un anciano o una mujer en edad fértil se pueden, literalmente, volver impagables. Si a esto le sumamos que, los costos de las atenciones en el sistema en general, tienen un costo bastante elevado, toda persona que no pueda acceder a un buen plan privado, prefiere desvincularse y caer en el sistema publico, ya que con un plan de baja cobertura, su atención es la que se volvería impagable al momento de necesitarla.

El sistema discrimina, y termina enviando a la población mas sana y de mayores ingresos al sistema privado, y deja caer, a los de menos ingresos y mas enfermos al sistema publico. Es asi que las Isapres cubren una mucho menor cantidad de pacientes (¿19%?), siendo estos los de mas recursos y con ingresos en planes mas altos, mientras Fonasa debe cubrir a una cantidad mucho mayor de pacientes (¿70%?), de menores ingresos (ya que si estan en fonasa es por que no les alcanza para pagar una Isapre), donde ademas la contribución se limita solo al 7%, a lo cual debemos sumarle, que al momento de la atención, quien recurre a una clínica, sabe que tendrá que desembolsar fuertes sumas de dinero por atención de urgencia, sea cual sea su plan de seguro de salud, por lo que quien recurre al sistema de urgencia publico, es precisamente por que no cuenta con ese dinero, y probablemente no realizará copago por su atención. Es esto lo que se traduce en el evidente el desequilibrio de recursos v/s cobertura entre una y otra instancia, y es esto lo que genera el problema que vivimos en la salud publica.

Soluciones hay muchas, cobertura universal, planificación y financiamiento solidario de la salud. Seguir por este camino, con un sistema que busca la rentabilidad en todas las instancias, el colapso y quiebra del sistema publico es no solo inminente, si no inevitable, y aunque en una "economía" de mercado como esta, no será fácil proponer, ni menos implementar medidas en contra del lucro de los conglomerados, a favor de la salud de la población en general, depende solo de nosotros estar atentos y exigir el apoyo a las medidas que irán en beneficio de la mayoría de la población.