miércoles, 12 de junio de 2013

AFPs, y por que son el robo, la estafa o en el mejor de los casos, el peor negocio que hacemos en nuestra vida

Imagen de www.elclarin.cl

Acorde a su experiencia personal y a la realidad que le toca vivir, podrán haber algunos que incluso lleguen a defender este modelo de capitalización individual, pero me parece que hoy en dia, la mayoría conocemos lo nefasto de su escencia,  y aunque podamos no estar plenamente de acuerdo en que hacer al respecto, si tenemos la certeza de que el sistema de AFP actual es un modelo que como mínimo requiere serias reformas estructurales (o que incluso debiera ser derogado y reemplazado por algo completamente distinto), que lo conviertan en un pilar del país, solidario y justo, que garantice al menos un mínimo de dignidad en su vejez a cada ciudadano, y no sea un simple administrador de miseria que genera gigantescas utilidades a quienes manejan uno de los negocios mas grandes de nuestro país. Pueden haber muchas razones mas, pero en mi opinión hay al menos tres variables que convierten a este modelo en el robo, o estafa mas grande en la historia de Chile, o en el mejor de los casos, el peor negocio que hacemos en nuestra vida.



La razón mas evidente para aseverar esto, es que el sistema no cumple con las pensiones prometidas, donde muchos, habiendo cotizado toda una vida de forma obligatoria, obtienen una pensión que no sobrepasa el 30% de la renta que percibían mientras trabajaban. Y ya que la explicación para este resultado solo se basa en argumentar que dichos resultados son nuestra responsabilidad, no previendo condicionantes involuntarias como las lagunas por perdida de trabajo, la cesantía estructural de entre un 5 y un 10%, a toda la gente que trabaja ya sea por boleta o simplemente como no asalariado (criando hijos, cuidando familiares, enfermos crónicos, etc), que la cesantía aumenta a mayor rango etario (por lo que aumentar la edad de jubilación no es una solución real para los mas vulnerables), la verdad de las cosas es que las justificaciones solo evidencian que el sistema no es un buen sistema en realidad (al menos no para nosotros).

Pero ademas de lo anterior, hay cifras que no cuadran. Se nos dice que si durante toda nuestra vida laboral logramos un ahorro de $100.000.000 (cien millones), tendremos una pensión de $500.000 (quinientos mil). Esto es, dándonos todos los meses parte de nuestro ahorro, consumiendolos hasta agotarlos. Pero si tomáramos los mismos $100.000.000, y se invirtiera en un fondo mutuo estandar, podríamos llegar a tener una rentabilidad de los mismos $500.000 sin tocar nuestro ahorro (hoy se ofrecen a clientes comunes y corrientes con capital reducido fondos con rentabilidades entre 0,3% y 0,5%, para que decir si se invierte como colectivo). Entonces ¿quien se queda con nuestro ahorro de toda una vida?.

Por ultimo, lo que es tema estos días. Con la reforma de los multifondos se nos transfirió a nosotros la responsabilidad de todas las perdidas que puedan existir en el nuestros ahorros debido a malas inversiones, so pretexto de que nosotros tenemos la opción de arriesgarnos o no, dado que podemos cambiarnos de fondo cuando queramos. Pero ahora que la gente decide hacer uso del derecho a cambiarse, las AFP deciden restringir dicho derecho bajo el argumento de que les significa una carga de trabajo (y por tanto económica) demasiado grande (como si sus utilidades no permitieran solventar dicho costo), y por que al cambiarnos constantemente supuestamente desestabilizamos el mercado.

En resumen, lo que se nos propone es que dejemos que nos descuenten mensualmente un 10% de nuestro sueldo para ahorrarlo (mas sus comisiones, y con proyectos en stand by que plantean aumentar dicho porcentaje a un 15 o 20%), que dejemos que ellos inviertan dichos fondos acorde a sus propios estándares e intereses, privilegiando inversiones en las industrias, monopolios y comercios que ellos decidan potenciar, moldeando el mercado y nuestra realidad a la conveniencia de quien sabe quien (por que si el que unos pocos cotizantes cambien sus fondos en forma periódica puede desestabilizar el mercado, para que decir que puede ocasionar el movimiento coordinado de un capital equivalente a 3 veces el PIB de Chile). Y si las inversiones son malas y tienen perdidas, ellos se lavan las manos y la perdida es nuestra mientras ellos conservan sus comisiones y utilidades, esto, aun cuando nos quieren restringir nuestra capacidad de mover los ahorros entre un fondo u otro. Y al final, cuando se saca la cuenta de todo lo que juntamos, nos calculan una pensión de miseria que equivaldría a la simple rentabilidad mensual del ahorro que tenemos, salvo que en este caso, el ahorro quedaría para la AFP y no para nuestros hijos.

Por todo esto y mas, el actual modelo de AFP es uno de los principales lastres que tenemos, una verdadera herida sangrante, que fomenta dia a dia y peso a peso, el aumento de la brutal inequidad que nos agobia. Por todo esto y mas, este modelo de abandono social debe terminar y ser reemplazado por un verdadero sistema que provea de las mínimas garantías de dignidad para nuestra vejez, y que en el intertanto use nuestros ahorros  para moldear una realidad que no vaya en beneficio solo de unos pocos, si no de todo el pueblo de Chile.

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